Diferencia Tarjeta Débito y Crédito: Hay más diferencias entre las tarjetas de débito y crédito de las que imaginas.

Muchos creen que lo único que separa a una tarjeta de débito de una de crédito es la forma de pago, pero la realidad es otra; las características y el funcionamiento de ambas son tan diferentes que no conocerlas puede jugarnos en contra. Por eso te presentamos sus características para que no tengas duda de qué puedes hacer y qué no con ellas. Así podrás planificar financieramente y además, protegerte ante cualquier intento de fraude.

Planes Vs. Pago Inmediato

Esta es la principal distinción y también la más obvia. Con una tarjeta de débito, tu dinero será descontado de tu cuenta bancaria al instante que realices la compra. A diferencia de la de crédito, no necesitas tener dinero en tu cuenta, ya que el banco te lo “prestará” y tú decides cuándo lo pagas y en cuántas mensualidades.

Intereses

Como ya lo mencionamos anteriormente, el banco nos presta dinero cuando usamos una tarjeta de crédito, pero ese préstamo genera intereses si no lo pagas a tiempo. Esto no sucede con la tarjeta de débito, ya que estas usando tu propio dinero.

Requisitos

Para obtener una tarjeta de débito, basta con tener una cuenta bancaria y solicitarla en una sucursal. En cambio para que te otorguen una de crédito, debes presentar unos documentos que el banco te solicitará y pasar por una validación crediticia.

Retiros

Al momento de hacer algún retiro en cajeros automáticos, los bancos no cobran ningún tipo de comisión a las tarjetas de débito; con las de crédito los retiros siempre generan cargos o intereses.

Seguros

La mayoría de las tarjetas de crédito te ofrecen seguros gratuitos que cubren determinadas situaciones: si compras algo defectuoso, si te la roban o se extravía, si la clonan o incluso en caso de fallecimiento. Ninguno de estos servicios los consigues para una tarjeta de débito.

Definitivamente, ambas opciones tienen sus pros y sus contras. Las tarjetas de débito te mantienen siempre en el presupuesto y no te permiten gastar más de lo que puedes pagar. Por otro lado, las de crédito, dependiendo de tu límite, te financian para que puedas adquirir eso para lo que no tienes la disponibilidad económica inmediata. De igual manera, lo más importante al tener alguna de ellas, es comprender para qué sirven y cómo usarlas en el momento indicado y de la manera correcta.